La n u b e f u e t e s t i g o
En todos los cuentos de aventuras los personajes van en busca de un tesoro, felicidad, fuente de la juventud eterna, ciudades perdidas, etc. Nosotros ¿Qué podemos ir a buscar y ser dignos de estar en un cuento?.
Un anciano macizo, alegre, de blanca barba, calvo, ojos muy celestes, soñadores, hacía esta pregunta a un mozalbete muy risueño, despierto, huérfano, que vivía en un orfelinato y que le escuchaba embelesado. Ambos en pie de salir de excursión, a la puerta de una cabaña donde él vivía. Alejada de la ciudad, más bien cerca de una gran llanura plagada de bosques y elevaciones serpenteantes que se perdían en el horizonte.
-Estudiemos lo que nos falta y lo buscamos-contestó Tomasito. Yo perdí mis bolitos en la cueva de un ratón. O tal vez… vamos a buscar las ollas llenas de tesoros que están donde nacen los arcoíris…
El anciano lo miró con asesina misericordia- Los años han curvado mis pensamientos y quizás tenga mis ideas añejas y tontas .¿Pero tú?. Has heredado la redondez de tu padre y la mollera de tu madre¡ Qué ideas!.
Abue…dijo Tomás.-Si de buscar se trata yo soy bueno para buscar lombrices en la tierra; huevos de pájaros descuidados, nidos abandonados…
¡Vaya el muchachito!
¿Qué propones, entonces,-abuelo.? Quiero salir luego. Hace un día bonito.
¡Vaya el muchachito!
¿Qué propones, entonces,-abuelo.? Quiero salir luego. Hace un día bonito.
Quiero llegar a un lugar donde encuentre mi tiempo perdido. ¿Sabes tú, Tomasito, cuál es ese tiempo que perdí?.-Fue vivir alegre y despreocupadamente, vivir con muchos deberes y obligaciones que impone esta sociedad humana y estudiar más de la cuenta…
¡Pobre abuelo!.Está cu-cú.. Bueli, leí una vez que el tiempo perdido no se recupera más.
Bien, me preguntaste, yo te contesté .Tú buscas tus cosas perdidas y yo buscaré las mías. Si quieres salimos por caminos diferentes.
No, abuelo, sabes que soy solo.Tú eres mi única compañía. La única persona que nunca me trató mal, fuiste tú. Hoy tengo permiso del colegio para estar contigo.
Así, hijo. Ambos somos solos-Tú sabes, todos los miembros de mi familia viven lejos y yo soy un feliz viejo abandonado.
¿Feliz y a pesar de todo?.-
Abuelo dijo: Hago lo que quiero. Sueño lo que quiero y elijo a mis amigos.¡ Tú eres mi amigo! Ambos tenemos en común muchas cosas aunque somos diferentes en el tiempo. Sí…Yo te gané a nacer y te ganaré a morir -
- No diga eso. Ud. es como un tronco del bosque. Alto, robusto, imbatible.
Algún día los robles caerán-lanzó el viejo. Todo lo que empieza… termina. Todo lo que nace…muere. Vivir es…morir de a poco.
Bueli. Tú no eres un hombre triste.
Es verdad. Yo río mientras mi alma llora. Pienso que tú y yo tenemos un envoltorio común. Algo así como una sola funda para dos cabeceras. Pero el envoltorio tuyo es más claro, mucho más diáfano. El mío es más oscuro, es sucio. Mi envoltorio es un cerdo.
Abuelo ¿Qué es ese envoltorio de ambos?
Es nuestro espíritu, es nuestra alma. Yo lo comparo a una nube. La tuya blanca, transparente. La mía oscura, negra, llena d envidia, de recuerdos feos, de amistades falsas, de amargura, de podredumbre humana-
Tu nube es alba como el frescor de una mañana de primavera. Tal vez una manchita de tristeza donde habitan tus padres. Lo demás es espuma de leche que se abre al mañana; a tu futuro lleno de esplendor. Nunca te deshagas de ella. Ella será testigo de tu vida y tu nubecita será cada día más clara y transparente. Y algún día se transformará en dos alas que te llevarán a conocer otros mundos y tú serás¡ un angel ¡
Abuelo y tu nube ¿En qué se transformará?
¡Ahí está la madre del cordero!-¿Tú crees que tendré dos alas y volaré?¿Podrá un ogro como yo volar?.Ah…volar y ágil como una golondrina? ¿No crees que soy un poco pesadito para volar?.-
Este diálogo se deslizaba mientras ellos iban ascendiendo un peligroso barranco que parecía llegar al cielo. A un lado de él se veía la ciudad pletórica de celeridad vibrando locura juvenil. Al otro lado, la campiña, los bosques frescos de savia, ofreciendo su néctar a las hojas y en el aire muchos pájaros exhibían sus ágiles acrobacias. Era una tranquilidad idílica-
Sí, prosiguió el abuelo. Algún día seré libre. Me desharé de las cadenas del destino.
¿Tú quieres decir que eres un ladrón y por esos estás preso por el señor Destino?
Algo así. Robé. Es verdad. .Le robé el tiempo a los demás con mis chácharas. Robé a mis ojos la oportunidad de ver cosas hermosas. Fuí ladrón de mis propios deseos. Hice todo lo contrario a ellos. Quise ser bueno y sólo me humillé ante la soberbia de los demás. No los cambié, cambié yo. Quise ser alegre y sólo repetí las groserías de los demás- Fui como un poste enterrado oyendo a mi alrededor gemidos de ignorancia, lamentos de basuras…Y no salí arrancando, ni les tapé su boca. Me hice sordo. Por eso mi nube es oscura y estoy preso.
¡Quiero volar! ¡Quiero escapar! Si retomo ese aire puro que perdí y lleno mis pulmones nuevamente, mi mente se despejará. La nube blanca aparecerá y seré libre. Seré limpio…
Un paso más dió el anciano y su pie se enredó en una especie de raíz que cruzaba el camino y ante el asombro e impotencia de Tomasito, cayó al vacío mortalmente herido…
Estaba postrado en una cama de hospital y frente a él , alzando sus brazos como haciendo la señal de la cruz un sacerdote vestido de albísimo blanco.
¡Vaya!, pensó el anciano, moribundo. Es un sacerdote y me está dando la extremaunción. ¡Voy a morir!¡Qué digo, no siento nada!.Ya no tengo mi nube negra y lo que se acerca a mí es la más bella nube blanca que haya visto jamás, es redonda y penetra por mi boca. ¡Oh, se transforma en alas y me lleva al infinito como yo quería!.¡Gracias, puedo volar!
Al depositar la hostia en la boca del anciano, creyó oir esa frase ¡Puedo volar!.Pensativo, sin comprender, silencioso el sacerdote se alejó.
En un solitario cuarto del orfelinato del lugar, Tomasito pensaba en su anciano amigo y de pronto en su blanca nube apareció una nueva manchita de dolor.
¡Oh, abuelo murió!¡ Abuelo pudo volar!.Soy feliz.
Y tú, amigo, que sabes el secreto ¿ Crees que algún día podrás volar?
Yo te ayudaré con dos secretos:
-Las manchas de nuestros errores desaparecen con el arrepentimiento y con la reparación del daño causado -
-Y si tienes fe, la blancura vuelve cuando lo recibes a Él.
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