11 marzo 2011
LAS FASES DE LA LUNA Y EL AMOR
LAS FASES DE LA LUNA Y EL AMOR
LUNA: Es poesía. Los vates se apoyan en ella. La usan de muletilla porque coexiste, en todas partes.
Los enamorados vigorizan su amor, lo identifican con ella. La buscan y se hacen unos.
.
El romanticismo nocturno es emulado por la enigmática luna.
Se oculta entre las nubes cuando el romance es pasión prohibida.
La luna es un pedazo de cielo que se enamoró de la Tierra, que la rehúye y que jamás podrá alcanzar. Son siglos de frustrada ilusión.
Ella en su resentimiento, sólo le exhibe una cara a su escurridizo amado. La otra ¿A quién se la mostrará? Es un secreto de desconsolada hembra rechazada.
El astro sol coquetea con la luna y le envía sus amorosos rayos luminosos para que entibie su lunática alma.
Pero el rubio astro conoce el devaneo de su amiga y sus fulgores irisados, encubiertos en blanca luz, se los limita.
Así a nuestra pupila llegan cuatro distintas fases selénicas por todos conocidas. Cuatro reflejos de nuestro enigmático y único satélite terrenal.
Se dice que Salomón, podía entender el lenguaje de los animales.
Fue un don especial que se le dio.
Yo apelo a la imaginación y así de manos de ella voy a comentar lo que escuché en cierta oportunidad a un conjunto de ratoncillos que, como animales nocturnos, deambulan por los bosques, casas mal cuidadas, basurales, etc.
Solían reunirse a charlar y comentar lo ocurrido durante el día o bien conversaban temas de más alto contenido polémico.
Justo cuando, pasé por esos lugares boscosos, era noche de plenilunio.
La luna sonreía plácidamente pues estaba toda vestida de luz que irradiaba, seductora hacia su amada Tierra.
Los ratones escuchaban atentos lo que uno de ellos decía:
"Yo en luna llena me pongo romántico y sueño con mi ratita “La guati”, y luego voy a buscarla y hacemos un nidito de amor en el hueco del árbol más elevado que encontramos.
.
Alto, muy alto. Y abrazaditos, contemplamos ese pedazo de cielo que se nos aparece como un colosal queso. Si hasta el aroma percibimos.
La claridad de la noche nos permite ver si hay lechuzas u otros enemigos nuestros.
También podemos ver y disfrutar de insectos que en el plenilunio se atreven a salir de sus madrigueras.
Luna llena, nos hace ¡Ratones felices!
Un pericote que escuchaba a esos ratoncillos, dijo: ¡Bah!
¡Váyanse al diablo con eso romanticismos baratos!
Yo soy un ratón machote.
Me gusta mi ambiente natural, la noche.
Con su oscuridad hace saciar mi enorme apetito y degusto un postre con sabrosas muchachas ratoniles que me ponen más feo que lo que soy.
Por eso la oscuridad es mi amiga.
La Luna naciente es mi preferida. Está todo forrado en negro y hago y deshago sin que me vean.
Soy un ratón práctico.
Nada de tonterías de conquistar lauchamistades. Las veo y zás.
La vida es eso.
El romántico es un soñador que tiene un despertar más gélido que iceberg y un padecimiento per sécula…
Yo no sufro, actúo y después pienso.
Si la embarro, embarrado está y ¡que jué!
La vida hay que aprovecharla cada segundo. Pronto rico, pronto pobre.
El que no se arriesga no pasa el río.-Yo dependo de mí.
Los demás que se las arreglen solos. Si hay ratones pobres:¡Mala cueva!- Búsquense otra.
¡Soy independiente! ¡No dependo de nadie!
Y si buscan: ¡Me hallan!
Mientras parloteaba estaba de pie en equilibrio inestable.
Con sus dos manitas golpeaba su pecho como si fuese un tarzán ratónico, para darle más énfasis a su discurso.
Los otros roedores más humildes, pero no estúpidos callaban ante tanta jactancia.
Ratonilandia tenía de todo.
Hay dos estados más de la luna.
Cuando aumentando su luminosidad es cuarto creciente, ella se alegra.
Su amigo, el sol le manda fulgores que le iluminan la mitad.
Esa luminosidad se la ofrecerá a su amada tierra.
Después de luna llena, la luminosidad va disminuyendo hasta llegar a cero.
Es cuarto menguante.
La luna va cayendo en depresión, pues, sus reflejos solares sólo iluminarán cada vez menos a la nocturna Tierra.
La luna se rebela por no tener luz propia que ofrecer. De ahí sus pesares.
En estos estados de luminosidad media, afloran en la foresta nocturna, los ratoncitos que ni son románticos en extremo, ni son insensibles como pericote.
Eso se los escuché una noche.
La luna llena la encuentran demasiado luminosa y les quita privacidad.
La luna naciente les asusta por su oscuridad y no son imprudentes.
El romance lo postergan para cuando haya luminosidad suficiente para hallar a su enamorada ratita y una oscuridad discreta para intimidar tranquilos, sin exhibicionismos pedantes.
Son los más equilibrados.
No son exagerados, toman las cosas de la vida con serenidad. Se hacen uno con ella y sus existencias marchan, acorde con lo natural.
Reflexiono lo escuchado y no puedo menos que decir:
¡Ratoncitos, ratoncitos cuán humanas son sus decisiones!.
Por eso, la luna para el ser humano, le significa un cúmulo de mitos que pretenden satisfacer sus penurias: de siglos.
Los agricultores ven las fases de la luna para saber cuándo deben sembrar.
Las damiselas observan si es la fase adecuada de La luna para cortarse el pelo, etc.
Pero los dueños de la luna son los poetas que le cantan de mil sabrosas maneras y a su luz, inspiran versos para la amada y se hacen cómplice para disfrutar un idilio.
Así escriben:
-Hoy quiero confesarte ,triste, lo amargo de mi desdicha .
-Miremos la luna. ¿Ves como nos sigue.? Su luz ambarina brilla en el rocío.
-Luna, haz que la vida pase cantando que nunca sepa lo que es dolor.
-Luna compañera. En la altura de tu vida me sonríes, me halagas y me animas…
Concluyo: La luna y sus fases- El sol y sus fulgores. La Tierra y sus reinos naturales, forman una trilogía que embellecen nuestro misterioso entorno.
Transitan en un equilibrio perfecto y hacen del ser humano un ente privilegiado y a la vez enigmático:
-Es capaz de auto conocerse a través de su ciencia.
-De organizarse y convivir amablemente a través de su instinto social.
-Y recrearse y sonreír frente al siempre creciente y personal interés artístico.
Difundir en el hombre lo científico, lo social y lo artístico es dar nacimiento en el futuro a un hombre íntegro.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario