CONFESIÓN
De nuevo imaginé tu voz,
cálida, misteriosa, audaz,
discreta, insinuándome
¡Amor!
El viento me trajo recuerdos
de esas tardes asoleadas
perfumadas de esperanzas
conversando tú y yo.
Imaginé esos tus ojos, tu boca
Labios soñados, ávidos de pasión.
Quería sólo oírte decir ilusionado:
¡Amor!
Vuelves a susurrarme, hoy-
¿Vuelves con más decisión?
¿Seré siempre un conocido
un amigo, o un amor?
Sigo siendo un desconocido,
que busca algo que perdió.
Amiga, hoy te confieso
¡Dame un poquito de amor!.
El amor brota en tu mente.
Sé que ocultas gran pasión.
Déjalo que salga libre.
Y ¡Dance con mi corazón!
HERIDO
¿Puede una flor gentil darme su aroma
y con pétalos risueños ,yo soñar ?
¿Y sentirme como dueño, sin pensar
siquiera acariciarla, ni besar?
Conocí un jardincito y una flor-
Y dejé volar mi ensoñación
Pero, flor tan bella, sin querer,
Acariciándome, una espina me clavó
Todo eso, fue su cariño, fue su amor
No pretendió herirme :mas, me hirió.
Son los dardos equivocados de Cupido
que de a poco van matando mi ilusión.
ÁRBOL Y VERGEL
Tenía miedo y adoraba,
Gemía el viento, bramaba el mar.
Todo se iba abriendo al despertar-
Y el letargo ansiado cayó.
Un nuevo mundo poblado vislumbré-
Todo vergel, todo rosa. Yo, ¡Un clavel!
Crié semillas. ¡Las boté!
Buscaba flores por doquier.
Alzaba el brazo, movía un dedo
Y de lo alto y de lo bajo,
Con un hermoso césped, me encontré.
Miraba en vano y sorprendí,
Confusa el alma; herido ayer.´
Cómo, a veces, alzábanse las rosas
cansadas del martirio del vergel.
Huí despavorido y nunca más volví
a ver ese vergel lleno de tanta sencillez-
Ya no guardo deseo de sembrar.
Y cuidar lo ajeno ,¡No más!
Hoy sólo deseo,¡ Querer vivir!
Pensando sólo en mí.
Quiero olvidar tener un arbolito
cuyas ramas poco a poco vi morir
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