20 julio 2011

TRILOGÍA POÉTICA ( 4 )







 
 TRILOGÍA POÉTICA ( 4)








SER   ROCA



Observo las olas que vienen y van.
Admiro rocas que orillan la mar.
Están estáticas como sin comprender.
No turban su espíritu. No sufren desdén.


El agua salina, es ciega de siempre. No ve
¿Golpea o acaricia las rocas? No sé-
Pero su sangre marina no teniendo piel
le entrega a esas moles toda calidez.


¿Cómo puede tu dermis arrullar la mía
y empaparme tu ser?
¿Cómo pueden mis ojos cerrados,
adivinar tu presencia y saber quién es?


El mar y las rocas juntas, hoy y ayer,
se abrazan, se besan, se dejan querer.
Quiero ser roca y tu piélago y miel;
convertirme en arena y acariciar tu piel.






LA CALLE ANCHA


El barrio, permanece. Pero no es aquel
que mi niñez vio recorrer.
¿La gran avenida?
¡Dos calles de polvo, sin gracia, sin vida!
Las carretas crujían maderas de roble.
Ý el paso cansino de bueyes hambrientos,
pintaban un cuadro de protagonistas pobres


En la esquina: cantina y cantinero.
Baco, insistente, invitaba al carretero.
Afuera, prisioneros del yugo y del calor,
los bueyes de ojos tiernos, rumiaban dolor.
Destino de hombre; destino de madero,
de carreta, de buey y carretero.


Era vida de hombres. Nosotros sólo niños.
Nuestro juego: la pelota o al te pillo-
De trapo la pelota. Pie pelado y calzoncillos.
La noche, que no juega, terminaba nuestro afán-
Y todos cabizbajos a casa a descansar. ¿Descansar?
Adiós entretenciones-¡Era hora de estudiar!







GOTA DE LLUVIA

Una gota de lluvia destilando humedad
fluye por un vetusto pómulo, tenuemente.
Mientras mi destino, de antífonas disonantes,
borrando el sombrío atardecer de mi amargura,
camina con pasos… vacilantes .


Gota de lluvia, me recuerdas la lágrima solitaria
que patinó indiscreta por mi mejilla ,luto de su huída.
La placidez y alegría con aura celestial, me envolvían,
Había ternura en el paisaje de flores matizadas.
Sus ojos, verdes de foresta campesina, sonreían .


Gota de lluvia que riegas insistente mi memoria,
escurre tu ronda redonda de niños circulares;
y vete rápida de mis reminiscencias pasionales:
Volvía a casa con un ramo de corolas encendidas.
Mi pecho eufórico, engalanado de ardor y fantasía.



Gota de lluvia..Nunca lo supe. Nunca lo sabré.
Ese cielo estrellado que acunaba mi ser enamorado
se eclipsó. Se marchaba con otro. ¿Por qué?
Esa noche, más noche que nunca, me desmoroné-
Y una lágrima funeraria, sinuosa, la única…deslicé.




No hay comentarios: