11 mayo 2011

DON QUEJOTE "De la Lancha" y PANCHO " Lanza"

DON QUEJOTE “DE LA LANCHA” Y PANCHO“LANZA”
                                                                                       ( I )
En un lugar de la costa nortina de Chile de cuyo nombre no puedo acordarme, existían dos amigos que se dedicaban a la pesca,la más de las veces.


El resto del tiempo lo dedicaban a conversar de sus desventuras, de sus sueños y a embaucar a inocentes turistas que caían en sus trampas.


“QUEJOTE de la lancha” era gordo y su inteligencia sólo le alcanzaba para manejar los remos de su bote, aunque él, optimistamente, le decía lancha.


Era el dueño del bote .Y como buen marineante le tenía su nombre: “FLORCINANTE”.


El nombre de Quejote se lo ganó porque nunca estaba satisfecho.


Comparable al agricultor o al empresario- comerciante: Siempre quejándose que no ganan nada, que les fue mal, etc. etc.


Tenía como ayudante a PANCHO “Lanza”.


Seguía siendo Pancho, pero había dejado la pega de lanza, porque andaba mal ese “negocio” y lo único que ganaba era ir a parar a la cárcel.


Y allí la cosa no era buena para un personaje como él.


Lo único que hacía era ser atento con los billetes ajenos.


Lo de lanza también se lo motejaban por ser muy flacucho.


Era bastante alto, larguirucho y flaco. Nunca se alimentó bien.


También era porteño.


Su talento era ser hablador, embaucador de ingenuos y muy aficionado a “arreglar el mundo”.


Fue así como convenció al inocente Quejote hacerse su socio.


El haría de timonel de “Florcinante”.


Con su vista que no era menor, podría divisar bancos de peces y así obtener buena pesca.


Mientras Quejote sudaba remando, Pancho, sentado a veces, de pie las más, observaba el mar.


No podría decir a cuál de los dos le patinaba más “el mate.”


En todo caso” la clase” de Pancho se notaba:


QUEJOTE:-Oye Pancho, mira wn. No he hemos pescao niuna cagá. Los muy cd su m.-


PANCHO –(Le paraba el carro)-Mira Quejote, las personas educadas no dicen wn, cd tu m. Ni cagá.


Eso es ordinariez. Debes decir: Pancho, amigo, aún, no hemos pescado nada. Estos peces están esquivos este amanecer-


QUEJOTE,.-(Replicaba)..:Pero es que estos maric…Oh, perdona. ¿Y qué vamos a vender?.-


PANCHO.-La vida, querido Quejote, hay que saberla llevar pausadamente. -Piano, piano, en italiano, c d tu m en castellano.-


¡Viste, Quejote! .Me estás transmitiendo tu lenguaje soez, sucio, cochino, Buff –


Te decía que: Despacito se llega, lejos. O acuérdate de: No temas ir despacio, sólo teme no avanzar.


QUEJOTE:-Está bien, Pancho. Eso es hablar sabiamente Mañana, despacito como voy, me voy a recag… de hambre. Oh, esquiusmi, plis. No lo pude evitar.


PANCHO–Mira, Quejote de la Lancha. Tus padres y tu mal ambiente te formaron así.


Pero yo te cambiaré y serás un caballero como yo.


¡Pero tienes que obedecerme po wn…Ejem, ejem ( tapándose la boca)-


Así Pancho “Lanza”, seguía enseñando a su amigo Quejote”De la lancha”, como debía comportarse, especialmente en el hablar.
( Y las horas transcurrían…
)



QUEJOTE.- Oye Pancho .¿Tienes mujer?.Siempre te he visto solo. ¿No serás fallado?.-


PANCHO ( se puso serio)- Contestó.-Y ¿ Cómo andamos por casa gordo?.-¿Me tinca que tú eres gay?
-
QUEJOTE.-¿Y qué tiene de malo eso? .El mundo es para todos los seres humanos ¡No soy gay!.-


PANCHO.-: Quejotito- no te enojes.-Sólo era una pregunta lanzada al azar.
Sabes, estoy de acuerdo contigo.


Una vez un representante de los que se oponen a estos chiquillos “alegres” dijo, que “el mundo lo hizo un Creador para que el ser humano apreciara lo bello del planeta.


Se extasiara del cántico de las avecillas.


Oyera el murmullo de los sauces llorones y luego recogiera en hermosos versos sus impresiones y las cantara o recitara, para así gozar, aún más, de su paso por este mundo”.


Una feligresa se levantó de su asiento y dijo: Y ¿ Por qué nacen, entonces, niños ciegos, sordos y mudos?-¡Plop! General…


QUEJOTE:_Me contaron que en una prédica,el “representante” del Creador, decía: “ Y todos los hijos fueron hechos perfectos.”


Un curcuncho que oía el sermón se le acercó y le dijo: ¿Y yo que tengo de perfecto?.


El “representante”, lo miró. Luego dijo: ¡Qué joroba más perfecta!


PANCHO.-Bueno, medio en serio y medio en broma,hablamos de este tema.


Traducido al castellano, Quejote, eso significa que no todos nacen, llamemos, normales.


Por consiguiente, hay individuos que salen con otras tendencias que no corresponden a su sexo.


Te puedo decir, mi querido Quejote, que hay toda una gama: Desde el macho machote hasta el afeminado total-


Si, debemos respetarlos. También debemos respetar estas locuras de la naturaleza.


Lo deseable, sea normal o sus variedades es que las inclinaciones sexuales se manifiesten en privado y no se exhiban.


El exhibicionismo público de cualquier tendencia, ensucia.


QUEJOTE: ¿Sabes Pancho? Tengo un amor.


Sólo te diré su nombre-Se llama Amargainea del Rocoso.


Mis andanzas marinas, mis pescas, mis escasos éxitos y mis grandes sueños se los dedico a ella.


PANCHO:Y ella¿ te corresponde?


QUEJOTE: No. Sólo necesito, como lanchero navegante, un algo en quien inspirarme.


Pancho, en cada puerto surge un amor. Pero yo no soy marinero. Soy pescador anónimo. Busco alguien que me inspire-


PANCHO.-En tiempos remotos, prehistóricos, los hombres buscaron lo que tú: Un algo que los motivara a seguir viviendo, luchando-


Podía ser un animal, un ave o un objeto cualquiera, una piedra, por ej.etc.


Ese algo lo elevaron a la categoría de Dios, y lo alabaron.


Eligieron como apellido el nombre de ese su Dios. Lo llamaron Tótem-


QUEJOTE: Yo, entonces, modernamente tengo a mi totemmita.. Es mi diosa.


PANCHO;-Cuando duermes, te he oído hablar.


Me he dado cuenta de tus percances amorosos.


Tú inventaste un romance.


Ella ni te conoce. Y si te conociera sufriría una decepción.


No eres su tipo. Ni nunca lo serás
.
El hoy, para ti, ya pasó.


Una princesa jamás descenderá a peldaños de madera.


Una primavera nunca se cobijará en un invierno.


QUEJOTE: Amigo Pancho tienes razón.


Pero yo soy Libra. Y sabes, somos puro amor.


Una sonrisa, nos mata, una palabra nos sepulta y un beso nos resucita.


¿Lo demás que importa?


Luchare´ con molinos de viento pensando que estoy liberándola de sus problemas.


Pescaré los peces más tiernos y soñaré que los compartiré con ella en una velada para dos, en una penumbra de dos velas.


¡Con un gran final


Donde sus labios diseñados para amar se unirán apasionadamente a los míos.


¡No pido más! ¿Es pedir mucho?


¡Ella no existe!


Pero vive en mí su recuerdo, que idealicé.


Pudo haber sido Dulcinea pero, ahora, la veo como Amargainea.


Camina ocultamente y siento que, cual estrella fugaz fulguró mucho e iluminó mi sendero despoblado.


Luego, se deshizo en mil luces que escaparon de mi visión cegada por su regalo.


Su resplandor se fue opacando muy rápidamente.


¡Tanta lisonja, antes! ¡Tanta desidia, ahora!
-
Tú me has enseñado que detrás de una actitud hay una causa.


Y que la verdad es el fin del deseo de todos los hombres.


En el caso de mi Amargainea ¿Cuál será su verdad?


PANCHO- ¡Así quería oírte hablar, como todo un caballero!


Debes dejar el vocabulario feo, tosco.


Y como dijera mi querido Heidegger:”El lenguaje es la casa del ser”


Y ya ves. Tus anhelos los has expresado con mucha elegancia.


Preciso y casi poético.


Hablar bien es un don que debemos desarrollar.


¡Hacernos entender es unirnos!


No se desprecia al semejante. Se desprecian las actitudes.


Como decía un científico:”Dadme un punto y moveré al mundO"


Yo te digo :”Dadnos una buena educación y cambiaremos Chile”


QUEJOTE: Toda, toda la razón. Eres “Eu…genio”.


PANCHO;.-¡Deja de remar amigo y dame un abrazo!


Tienes un noble corazón.


Si no logras tus propósitos románticos ahora: es que el destino tiene en su mente otra cosa mejor para ti.
Y tú aprenderás a madurar, mientras tanto.


Quejote se alzó y se abrazó a su emocionado amigo y consejero.


Pero ese efusivo abrazo, desequilibró el bote y volcó, lanzando a los dos amigos a esa mar acogedora de incautos.


Eran buenos nadadores y pronto alcanzaron la playa.


El bote se había enderezado con la agitación del mar y navegaba a la deriva.


Los dos amigos, después del susto, rieron y se dispusieron ir a recuperar el caballo de sus andanzas: “Florcinante”


Siempre sonrientes y abrazados se fueron metiendo en esa mar que era la fuente de sus ingresos y que, a veces, como ahora, les había pasado una mala jugada.


Ya vendrían días más afortunados porque sus aventuras recién empezaban.


A la orilla del Destino, por un camino inexplorado, el ser humano, vaga desorientado, porque nadie sabe lo que el día de mañana le traerá:


¡Bueno o malo.!


Sólo, Alguien lo sabe. ¿ O no?.-



06 mayo 2011

A RU RU mi guagua........

                                           A Ru Ru mi guagua…




Esa bebita nació en cuna de mimbre.

De un matrimonio de muy escasos recursos. Pueblerinos sencillos, difícil de sostener un hogar.

Le pusieron por nombre Laura. La nombraban cariñosamente Laurita.

La niñita jugaba exclusivamente con sus muñecas. Muñecas de trapo que ella misma creaba.

Les hacía vestiditos y las paseaba, las dormía en sus brazos.

Creció y no dejaba a un lado sus muñecas. Formaban su verdadera familia

Les inventaba enfermedades y se desesperaba verlas sufrir.

Su madre hacía lavados en casas particulares y su padre pasaba cesante

Una enfermedad se anidó en los desnutridos pulmones de su madre terminando con su vida.

Su padre no sabiendo que hacer la entregó a un orfelinato y se alejó de su vida para siempre.

El orfelinato se la traspasó a un matrimonio ya maduro y la niña creció junto a ellos, sin que nada la molestara-

La niñita ya asistía a la escuela. Era buena alumna. Pero era notoriamente callada, tranquila.

Rendía lo preciso y su mirada estaba como ausente, lejana, aislada.

No vibraba con lo que la rodeaba, Ni hacía caso de lo que de ella murmuraban sus compañeros.

Era una niña especial. Muy introvertida.

Cuando regresaba a su cuarto, su primera actividad era hacer sus tareas y estudiar.

Mientras, de reojo, observaba a sus queridas “hijas”, sus muñecas.

Un día tomó una drástica decisión: desarmó todas sus muñecas.

Fue un asesinato colectivo, pero necesario.

Sus muñecas era pequeñitas, no crecían, por más que ella, simulaba alimentarlas.

Juntó los materiales y mientras sus ojitos respiraban dolor, ella besaba tiernamente esos trapos, ahora, sin vida, inútiles.

Pero su mente tenía otros planes.

Y desde ese día poco a poco, cada tiempo desocupado, lo usaba en hacer una muñeca única, más grande, como una bebé normal.

“Y así dio nacimiento a “Dorita”.

Un nombre que le puso para realzar la hermosa cabellera rubia de esa criatura.

Su nacimiento, una vez terminada su creación, dio motivo a Laurita para estar alegre, contenta.

Se encontró moviendo su cuerpo y entonando una canción de cuna que había aprendido en el colegio:

A ru ru mi guagua…

Si alguien, hubiese observado esta escena, habría salido impresionado por el realismo que Laurita puso a este ilusorio nacimiento.

Laurita se transformó con el paso de los años en una hermosa damita y pronto los pretendientes entraron a formar parte de su vida.

Ella los rechazaba cortésmente.

Pero pronto un muchacho, Francisco, que hacía tiempo venía observando a la muchacha, logró conocer el secreto de Laurita, al penetrar clandestinamente a su habitación cuando ella estaba ausente.

Vio, en un rincón de su dormitorio, una cunita, de mimbre, pequeñita y dentro una hermosa muñeca de trapo.

De pelito amarillento y ojitos verdes. Un vestidito azul y joyitas en sus brazos.

Era un tanto exagerada la multiplicidad de pequeños juguetitos que rodeaban a esa muñeca.

Mantuvo en secreto lo que había visto.

Pero para conquistar a esa hermosa y esquiva niña, ideó una estrategia basada en lo que había visto en el cuarto de Laurita.

Así, sus conversaciones con ella poco a poco se fueron centrando en lo hermoso que era ser mamá.

Era el destino final de toda mujer.-Le decía- Tener un hijo, acariciarlo, mimarlo, alimentarlo, educarlo.
Laurita le escuchaba cada vez con más interés.

Pero más que todo eso, era que entre madre e hijo había más allá que un cariño.

Era un finalismo que natura impone a sus hijos:¡Reproducirse!

Y dota a la pareja de instintos precisos para esa ocasión.

Laurita había desarrollado ese instinto maternal y lo practicaba con su Dorita.

Pero la idea de tener un hijo que se moviera, caminara le sonriera, la abrazara, la besara; en una palabra que tuviera real vida, comenzó a girar en su mente adormecida por la irrealidad.

Fue así, que aceptó la proposición de Francisco y muy pronto fueron marido y mujer.

Pero ¿Qué pasaba con Dorita, su muñeca.?.

-Laurita, en su obseso sentimiento, le hablaba:

Te voy a querer más cuando tengas una hermanita. Pero tú tienes que estar calladita y contenta.

Te voy a ocultar en un baúl con llave.

Porque tú eres mía solamente.

Cuando llegue tu hermanita, las dos andarán juntas. Las acostaré juntas. Dormiremos las tres abrazaditas. Seremos muy felices.

Dorita- No llores.-Mami te quiere y estarás descansando en el baúl.

Todas las noches me despediré de ti con un beso.

-No llores. Nos queremos.-Te quiero mucho.

Pero debo alejarte de los peligros que hay afuera. Sólo saldrás conmigo.

Por favor hazme caso y duerme tranquilita. Schii. .Dorita.. A ru ru mi……

Y Laurita se alejaba, silenciosamente, dejando a Dorita en ese baúl que le serviría de hogar por algún tiempo.

Y así, todas las noches, la misma escena.

El ser humano, en general, presenta una bipolaridad.

Como decía una amiga mía: Tengo una sonrisa para mi familia y otra para la exportación.

Todo ser humano posee secretos que sólo transitan en su mente.

No los muestra, pero ellos le hacen actuar de determinada forma ante sus semejantes.
A veces se da cuenta, son secretos que voluntariamente oculta.

Otras veces son secretos que se cobijan subrepticiamente en la mente y pasan a ser psicológicos.

Podría ser autorías del subconsciente-

Como se ve, Laurita peregrinaba en un peligroso sendero que podría conducirle a una conducta irreparable.

La causa, como muchas, se escondía en una infancia resentida
.
Expulsar nuestras malas ondas, vigoriza.

Mantenerlas internalizadas, mata.

Laurita, como muchos, ignoraba estas cosas.

Para ella su actuar era normal.

Así lo vió también su flamante marido.

Se fueron a vivir a una casa, en un tranquilo barrio de la ciudad.

Como petición, Laurita pidió a Francisco, le permitiera tener una pieza para ella sola, para adornarla a su manera y para reposar y dormir siesta cuando el cansancio o la soledad se adueñaran de ella.

Francisco asintió. El sabía, el por qué de esa petición.

Pasaron los meses y pronto Laurita sintió en su vientre la presencia del anhelado bebé.

No se lo dijo a su marido primero.

Corrió donde Dorita y tal como esa vez del nacimiento de Dorita, ella, Laurita, cogió en sus brazos a su muñeca y le conversó y le cantó y danzó hasta quedar agotada.

Fue el día más feliz de su tranquila existencia.

Laurita fue dada de alta del hospital.

Acompañada de Francisco, su marido, baja las escalinatas del edificio.

En sus brazos lleva un precioso tesoro que aprieta con tierna locura y mira con profundo amor.

Es una hermosa bebita.

Su pelo muy rubio. Ojitos que apenas abre pero que se vislumbran serán hermosos.

La llamarán Dorita.

Laurita piensa que sólo ella sabe el por qué.

Francisco, un pan de Dios, sonríe satisfecho.

Ama a su esposa tal cual es.

Es la forma noble de entregar amor.

La conoció así. La quiso así y la seguirá amando así
.
Su sentir es una oda al amor.

Suben al vehículo que han contratado. Rumbo a casa, al hogar, a la felicidad.

Fue una decisión obvia.

Pero un conductor irresponsable, de los que abundan mucho, guiando un pesado camión, echó por el suelo los noveles sueños de este matrimonio, al chocarlos violentamente y volcar estrepitosamente el auto en que viajaban.

Dos días después, Francisco y Laurita fueron dadas de alta.

La bebita, no.

Había fallecido en el accidente.

Francisco, como es de esperar, estaba desarmado ante tamaña tragedia.

Alcanzó a ser padre por dos días.

Debía demostrar presencia de ánimo ante su esposa.

El Dr. le digo algo, al salir de su consulta en el hospital.

Pero Laurita, increíblemente, no estaba triste.

Más bien ansiosa por llegar a casa.

A penas llegaron, ella subió corriendo a su pieza y del interior del baúl sacó a Dorita, su muñeca, la abrazó tiernamente, y le decía:

No ves, afuera hay mucho peligro.

¿Qué hubiera sido de ti si hubieses estado con nosotros en ese accidente?-

Por eso nunca más nos separaremos.

Bajemos, vamos donde papito.

Él,te está esperando. Vamos a ser muy felices.

Ya te lo dije.

Él, la vio bajar por la escalera y a medida que ella descendía,Francisco  iba inclinando su cabeza y su mano derecha, mustia, buscaba el apoyo de un mueble.

Mientras una lágrima se deslizaba, silenciosamente ,por una de sus mejillas.